Las reuniones se centrarán en la "rebaja del precio del gas a Grecia" y en la salida de Grecia, junto a Hungría y Chipre, del grupo de países sancionados por Rusia, explica Rubén Ruiz, investigador en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, a Sputnik Nóvosti.
Pero la cuestión es "a cambio de qué" insiste el experto. Ya que Grecia ha apoyado a Rusia sólo en el discurso, pero "no ha usado hasta ahora su derecho de veto" en el tema del mantenimiento o la ampliación de las sanciones que la Unión Europea impuso a Rusia por el conflicto de Ucrania.
"Habrá que esperar a un nuevo discurso o a la próxima cumbre europea en que se debata el tema de las sanciones a Rusia para ver qué vota Tsipras", dice Ruiz.
Moscú también está interesado en "la privatización de algunos activos griegos, como son las líneas férreas y algunos puertos, como el Pireo (uno de los puertos comerciales más importantes del mundo) o el de Tesalónica", señala este especialista en las dinámicas políticas en el espacio postsoviético y editor de EurasianetES.
Sin embargo, Ruiz opina que Tsipras se mantendrá en su posición de no privatizar los grandes sectores que funcionan bien en Grecia, tal como dijo nada más llegar al poder.
"No creo tampoco que Rusia, tal como se baraja estos días, se haga acreedor de Grecia" porque Moscú "está para otra cosas".
Rusia prefiere "gestos que son a su nivel muy importantes" como la rebaja del precio de gas o sacar a Grecia del grupo de países europeos sancionados por Moscú, una medida que ha causado mucho daño al sector agrícola europeo.
Pero "habrá que esperar cuáles son las contraprestaciones que lógicamente le va a pedir Putin". "No van a ser gratis", asegura el profesor.
"Es cierto que Alemania ha planteado este viaje como si Grecia estuviera rompiendo la unidad europea", en el sentido de que "si todos imponemos las sanciones todos sufrimos sus consecuencias", reconoce Ruiz, ya que una posible salida de Atenas de las sanciones "desde el punto de vista político produce una división en el consenso" europeo.
Pero también "habría que preguntar a Alemania que está ocurriendo para que Grecia de un viraje al menos simbólico hacia Rusia".
Según el experto, el dirigente griego es consciente de que "Rusia no es una alternativa a la Unión Europea" porque a nivel socioeconómico no es un "un socio estable" y porque el modelo social griego, "aunque esté en crisis", se asemeja más al europeo que al ruso.
En Moscú, Tsipras subrayó hoy que su visita viene encaminada a dar "un nuevo comienzo a las relaciones" entre Rusia y Grecia.
"El objetivo de mi visita es intentar que todos juntos demos un nuevo comienzo a nuestras relaciones en beneficio de nuestros pueblos así como para la búsqueda de la estabilidad y la seguridad en la región", dijo el jefe del Ejecutivo griego.
