El especialista ruso se refirió así a las acusaciones de EEUU de que Rusia podría estar detrás del ataque que, según medios norteamericanos, sufrió el sistema informático secreto de la Casa Blanca.
"Se podría determinar a través de indicios indirectos, en particular si el código del malware contiene palabras escritas con caracteres cirílicos o errores propios de autores rusos, pero, a nuestro juicio, son insuficientes para sacar este tipo de conclusiones", afirma en declaraciones a RIA Novosti.
Explica que los piratas informáticos a veces dejan pistas que apuntan a un origen lingüístico o étnico equivocado para confundir a los investigadores.
Según el experto de Kaspersky, se deben reunir y analizar muchos datos para poder saber la nacionalidad de los ataques.
Se trata de un proceso muy largo, prosigue, que requiere una colaboración estrecha entre las empresas de seguridad, las víctimas y las autoridades competentes de distintos países y que aun así no garantiza un resultado positivo.
Las excepciones solo se dan si los autores del ataque cometen algún error garrafal, agrega.
La CNN informó la víspera que la Casa Blanca había sido objetivo de un ataque informático y que, según fuentes de la cadena, los autores de este ataque "operaban a favor del Gobierno ruso".
Varias horas antes de esa información, el asesor norteamericano de seguridad nacional, Ben Rhodes, acusó a Rusia de ciberespionaje, aunque no especificó si se habían producido ataques a la Casa Blanca.