Los ingresos, que Israel recauda en nombre de la ANP, fueron retenidos como represalia por la solicitud de los palestinos de adhesión a la Corte Penal Internacional (CPI), donde quieren denunciar los presuntos crímenes de guerra cometidos por Israel.
Netanyahu, según el comunicado emitido por su oficina, acepta la recomendación del ministro de Defensa, Moshe Yaalon, del Ejército israelí y de los servicios de seguridad interna y espionaje del Shin Bet de que se procediera a transferir los ingresos.
Israel entregará a los palestinos ahora el dinero acumulado hasta febrero, menos los pagos por los servicios prestados por entidades israelíes, entre ellas la Corporación de Electricidad, la autoridad del agua y los hospitales.
Netanyahu recalcó en su comunicado que la decisión de descongelar los fondos se tomó, entre otros motivos, "por razones humanitarias y considerando los intereses de Israel en este momento".