Según él, la tarea común es evitar el choque de estas integraciones y la creación de nuevas líneas divisorias.
Mijnevich mencionó que “Bielorrusia siempre ha pretendido tener una cooperación recíprocamente beneficiosa tanto con el Este como con Occidente y no decidir entre ellos”.
Al mismo tiempo subrayó que al mantener relaciones aliadas con Moscú, Minsk no daña la cooperación con Occidente, y “el desarrollo de los enlaces económico-comerciales con la UE no contradice a la dinámica de nuestra colaboración con Rusia”.
El diplomático bielorruso añadió que esta política también incluye los contactos con los países americanos, africanos y asiáticos, precisando que la económica abierta del país refleja el interés de Bielorrusia en cooperar con el mayor número posible de países.
Según él, en el marco de la globalización, para Minsk es útil participar en la integración económica regional para aumentar la estabilidad de la economía nacional.
La UEE comenzó a funcionar el 1 de enero de 2015 según el tratado firmado en mayo pasado por los dirigentes de Bielorrusia, Kazajistán y Rusia, en octubre de 2014 se incorporó Armenia.
La creación de la UEE refuerza la integración de los países de la Unión Aduanera se trata de crear el mayor mercado común del espacio postsoviético, que consta de 170 millones de personas.
