"De momento la realización de los acuerdos de Minsk se frena, en primer lugar, por culpa de Kiev; (…) las autoridades de Kiev incumplen los plazos previstos", dijo tras reunirse con sus colegas de Francia, Alemania y Ucrania en París.
Ucrania, según el diplomático ruso, ha hecho caso a Moscú que insiste en un amplio diálogo entre Kiev y los representantes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
"El proceso (político) es simplemente imposible sin la participación de los representantes de Donetsk y Lugansk, no sería más que una imitación", reafirmó.
El vicecanciller ruso recalcó asimismo que la posible solicitud para enviar pacificadores a Donbás, debatida por Kiev, "enterraría de hecho los acuerdos de Minsk".
Por su parte, el vicecanciller de Ucrania, Vadim Pristaiko, declaró que Kiev no se dispone a entablar un diálogo directo con los representantes de Donetsk y Lugansk, a los que considera ilegítimos.
"No tiene sentido político negociar con las personas que de hecho son jefes militares y no ucranianos; (…) sus decisiones no son legítimas para los habitantes de estos territorios", dijo.
Según Pristaiko, Kiev tendrá a un interlocutor legítimo en las negociaciones solo después de que se celebren elecciones locales en el este de Ucrania.
El diplomático ucraniano indicó asimismo que los negociadores acordaron crear cuatro grupos de contacto para solucionar la crisis en Ucrania, incluidos los de seguridad y de ayuda humanitaria.
Karasin dirige la delegación de Rusia en la reunión con diplomáticos alemanes, franceses y ucranianos para el arreglo de la situación en el este de Ucrania.
La agenda de las negociaciones aborda, en particular, la transición de la etapa de alto el fuego y retirada de armas pesadas hacia un proceso político.