También el MSC Cruceros Splendida, en el que viajaba el matrimonio catalán muerto en el atentado, se encuentra ya en Barcelona, con 27 pasajeros menos entre fallecidos y heridos, y muchos de los turistas ya se han dirigido directamente hacia el aeropuerto camino de sus respectivos países.
Las compañías de cruceros ya han avanzado que no programarán escalas en los próximos días en Túnez, y optarán por Malta.
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de este país en el norte de África y representa el 7% del PIB, que sumado a los ingresos directos e indirectos puede suponer hasta el 15%.
Entre las más de 20 víctimas mortales del atentado la mayoría fueron turistas extranjeros, entre ellos, alemanes, franceses, españoles, polacos y japoneses y una ciudadana rusa.
El Gobierno español prevé repatriar hoy mismo a las víctimas españolas, tras completar los trámites necesarios.
A tal efecto fletó ayer un avión para trasladar los cuerpos del matrimonio catalán que celebraba con este viaje sus bodas de oro y era la primera vez que viajaba al extranjero.
En el mismo avión viajarán el matrimonio, que celebraba su luna de miel, y que se escondió durante 24 horas en un cuarto de la limpieza del Museo del Bardo aterrorizados, mientras escuchaban voces en árabe que no sabía si eran de los terroristas o de la policía.
A Cristina Rubio Oltra, embarazada de cuatro meses, y Juan Carlos Sánchez Benlloch se les daba por desaparecidos y se temía lo peor.
"Pensamos que íbamos a morir", dijeron a sus familiares una vez rescatados.
El padre de Cristina relató: "Me ha dicho que han pasado 23 horas encerrados en un cuarto a oscuras mientras oían tiros, explosiones, pasos y conversaciones en árabe, no sabían si eran terroristas o policías, lo han pasado fatal".