La Gran Corona Imperial de Rusia, principal símbolo del poder de los monarcas rusos de 1762 a 1917, cumplió 250 años en 2012 y se exhibe en el Fondo de Diamantes de la Armería del Kremlin de Moscú.
Con motivo de esta efemérides los orfebres de Smolensk crearon una imitación de este atributo representativo del Estado ruso, que difiere por su estructura de la obra original, en particular, usaron el oro blanco de la marca 585, en vez de plata, más de 11.000 diamantes, o el doble que en la corona original, y 74 perlas.
La corona pesa 2.312 gramos y tiene en su parte de arriba una rubelita de 50x42,5 mm (380 quilates).
La compañía Kristall, la mayor fabricante de diamantes en Rusia es propiedad del Estado y figura en la lista de las empresas nacionales de importancia estratégica.