"La caída del euro que casi alcanzó al dólar estimulará las exportaciones de la eurozona", afirmó.
Subrayó que la bajada del euro también hará incrementar las importaciones y la inflación permitirá combatir las tendencias deflacionistas.
"Todos los países de la UE ganarán con la influencia de la desvalorización sobre el comercio con el resto del mundo e, indirectamente, por la mejora de la situación en otros Estados europeos", precisó al agregar que el mecanismo que empieza a funcionar actualmente sacará a la economía de la UE del estancamiento en que se encontraba en los últimos años, esta perspectiva, en su opinión, a la larga llevará a la estabilización del euro.
A la vez, Cornilleau advirtió que la salida de Grecia de la zona euro, un guión poco probable en su opinión, cambiaría drásticamente la situación y podría provocar una "explosión".
Por su parte, el experto Bertrand Chokrane, señaló que para la economía francesa habrá más consecuencias negativas que positivas.
"Francia exporta principalmente a los países de la zona euro, por lo tanto la caída del euro no creará ganancias adicionales para las empresas sobre todo porque los precios de los productos franceses están algo sobrevalorados", recordó.
Insistió que los ingresos de los países europeos disminuirán por la subida de los precios de las importaciones.
Chokrane supuso también que para los países europeos que exportan fuera de la eurozona como Alemania la situación será inversa lo que solo agudizará las diferencias en Europa.
En esta situación, el dólar se posiciona como la divisa más segura, no obstante recalcó que aunque EEUU sigue siendo líder mundial en los mercados europeos el aumento de la importancia de China es inminente.
Según Chokrane, hay indicios seguros de que "la relación de fuerzas en el mundo comenzó a cambiar".
