Tras una larguísima rueda de prensa para detallar la complejidad de las investigaciones, el doctor Echevarría confirmó que parte del osario encontrado en la cripta de las Trinitarias son del escritor del siglo de oro español, cuya tumba se perdió hace siglos.
Francisco José Martín, bibliotecario del Ayuntamiento de Madrid, explicó hoy que "se sabe que Cervantes fue enterrado el 23 de abril de 1616, así como que se le enterró en el convento de las Trinitarias".
Tras una interrupción de algunos meses por problemas administrativos, los investigadores regresaron por segunda vez el pasado mes de enero a este convento del siglo XVII, catalogado Bien de Interés Cultural, que hoy habitan 13 monjas de clausura.
El montañero Asier Izaguirre instaló una microcámara de visión, parecida a las endoscopias clínicas, que se utilizó para investigar uno a uno los ataúdes.
El autor de El Quijote murió en Madrid en abril de 1616 y sus restos fueron enterrados en el actual perímetro en el que se sitúa el monasterio y el templo.
Se buscaba a un hombre de unos 70 años, prácticamente desdentado, con una patología en la mano y heridas en el pecho.
En esta segunda fase de búsqueda del escritor español más universal trabajaron un equipo de unos 30 especialistas, entre antropólogos, biólogos, arqueólogos, especialistas en ADN, pero también arquitectos y topógrafos.