Según el ministro, las fuerzas puestas en alerta ensayarán una serie de misiones en el Ártico, como el traslado a gran distancia de unidades de operaciones especiales, la lucha, en mar y en tierra, contra fuerzas navales enemigas y contra saboteadores.
"Los nuevos desafíos y amenazas a la seguridad militar requieren que se siga aumentando la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas y que se dedique atención especial a las fuerzas estratégicas formadas recientemente en la región norte", subrayó.
La puesta en alerta comenzó a las 8.00 (5.00 GMT) de este lunes y se desarrollará durante cinco días, hasta el 21 de marzo, precisó el ministro.
La medida afecta a 38.000 efectivos, 3.360 unidades de material bélico, 41 buques, 15 submarinos y 110 aeronaves.
La práctica de inspecciones sorpresa a las Fuerzas Armadas rusas fue restablecida en 2013 tras una pausa de dos décadas.
Al mismo tiempo, unidades motorizadas del Distrito Militar Sur de Rusia iniciaron maniobras en el Territorio de Stávropol, en el sur del país, según el servicio de prensa del distrito.
En los ejercicios participan más de 500 efectivos y unos 40 transportes blindados, piezas de artillería y sistemas antiaéreos de cañón-misil.
"Los militares fueron puestos en estado de alerta y realizaron una marcha de 100 kilómetros hasta la región designada donde simularán abatir a las fuerzas enemigas", el simulacro se prolongará hasta el 20 de marzo, dice la nota.
Según informaciones del Ministerio de Defensa, las Fuerzas Armadas de Rusia realizan anualmente cerca de 3.500 prácticas militares de diverso nivel.
Occidente expresa su preocupación por el "incremento de las actividades de las Fuerzas Armadas rusas".
