"Yo no quiero que Grecia salga del euro, creo que eso no sería bueno ni para los griegos ni para los europeos, lo que sí me gustaría es que Grecia cumpliera sus compromisos, como hacemos todos los demás", declaró Rajoy en una entrevista con la emisora de radio española Onda Cero.
Las declaraciones de Rajoy se producen apenas dos días después de que el ministro griego de Defensa, Panos Kammenos, alertase de una posible salida del euro que arrastraría a otros países, como España.
"Si Grecia explota, los próximos serán España e Italia, y a la larga, Alemania", aseguró el ministro griego al popular diario alemán Bild.
Por ese motivo, según Kammenos, "debemos encontrar una solución en el seno del euro para Grecia".
Rajoy descartó este contagio señalando que "España ya ha superado lo peor de la crisis".
"Estamos en condiciones de seguir ayudando a Grecia, pero Grecia también tiene que ayudarse a sí misma y tiene que tomar decisiones como las han tomado otros países de la Unión Europea, todos cumplen sus compromisos", insistió el dirigente español en referencia a las políticas de austeridad que él sí aplicó en España y a las que se resiste el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Rajoy volvió a destacar que el préstamo de España a Grecia en el rescate sube los 7.000 millones de euros, además de los otros 20.000 de bancos privados que avaló.
"Grecia hoy no puede acudir al mercado, su acreedor es ahora la UE, somos los únicos que le prestamos y le hemos prestado mucho dinero", destacó Rajoy.
Las tensiones entre Grecia y España son notorias, especialmente tras el cruce de acusaciones en las últimas semanas.
Tsipras aseguró en varias ocasiones que Rajoy está preocupado por el avance de fuerzas de izquierdas que puedan seguir el camino de Syriza, como es el caso de la formación progresista Podemos, que lidera varias encuestas en intención directa de voto en España.