"Nunca hemos sospechado que los refugiados puedan sentirse a disgusto, porque ya durante nuestra primera visita vimos cómo fueron recibidos", dijo Baisa Vak-Voya señalando que se ha reafirmado en su opinión de que "los desplazados ucranianos siempre serán bien acogidos en Rusia".
Agregó que la parte rusa los provee de todo lo necesario: vivienda, comida, asistencia médica y escuela para niños.
En la provincia de Rostov del Don se encuentran más de 39.000 refugiados, incluidos 2.700 en centros de alojamiento provisional.
Baisa Vak-Voya dijo también que la ONU deberá reunir información sobre cuántos refugiados quieren regresar a sus hogares para preparar la infraestructura señalando que "no deben volver para vivir entre ruinas".
Al recordar que la ONU siempre ha participado en la reconstrucción de la infraestructura destruida a raíz de las guerras, el funcionario expresó la esperanza de que la comunidad mundial también lo haga esta vez para Ucrania.