Oleg Lébedev, autor del proyecto, llamó la atención de sus colegas sobre el hecho de que aquellos que maltratan a los animales también son capaces de agredir y abusar de un ser humano.
"Hace cuatro años en la región de Tula hubo un caso cuando el servicio comunitario que debía encargarse de la limpieza de la ciudad y de la retención de animales callejeros, en lugar de atraparlos y, por ejemplo, esterilizarlos, comenzó una verdadera cacería y creó una enorme montaña de cadáveres", dijo.
El diputado destacó que el aumento de las multas, que ahora será de al menos unos 1.500 dólares o el salario de seis meses del acusado, pasa estos delitos de la clase de "menos graves" a "medianamente graves".
Lébedev propuso además introducir en la nueva ley el término de Doghanter, término que usan los exterminadores de animales callejeros para autodenominarse en las redes sociales.
Señaló que aunque se abren muchos expedientes por acusación de asesinato de perros y gatos, casi nunca se logra un veredicto que prevea el encarcelamiento del culpable, y los acusados frecuentemente solo tienen que cumplir con algunas horas de trabajo forzado.
En muchos casos el acusado llega a un acuerdo y paga una recompensa a los dueños del animal fallecido, señaló Izvestia, pero en caso de los animales sin dueños esto no funciona.