"Hasta el momento hemos logrado combatir los intentos de crear ventajas para una u otra confesión religiosa y con eso desestabilizar las relaciones interconfesionales en Bielorrusia", declaró el mandatario reunido con el cardenal Pietro Parolín que está de visita en Minsk.
En Bielorrusia hay unas 30 confesiones, de las que la ortodoxa y la católica tienen el mayor número de adeptos, relata Lukashenko, señalando que de estas dos confesiones depende en alto grado la coexistencia pacífica entre todas las confesiones y su cooperación.
Al informar que el número de parroquias católicas se cuadriplicó en los últimos 20 años en Bielorrusia, el presidente propuso al alto representante del Vaticano debatir la posibilidad de formar sacerdotes católicos en la propia república y dijo que espera debatir algún día las relaciones entre Bielorrusia y el Vaticano con el pontífice Francisco.