El Centro Sirio de Investigación de Políticas ha dibujado un cuadro devastador del "derrumbe y la destrucción sistemática" de los fundamentos económicos de Siria.
Según el informe, la riqueza, las infraestructuras, las instituciones del país y gran parte de su fuerza de trabajo han sido "borrados".
Casi tres millones de sirios han perdido sus puestos de trabajo durante el conflicto, lo que significa que más de 12 millones de personas han perdido su fuente principal de ingresos; el desempleo ha aumentado del 14,9% en 2011 al 57,7% a finales de 2014.
"Una gran parte de la comunidad ha perdido la oportunidad de trabajar y obtener ingresos, y 4 de cada 5 sirios viven ahora en la pobreza", señala el informe.
La pobreza avanza en Siria, donde el 30% de la población vive en condiciones de miseria y "tiene dificultades para satisfacer las necesidades básicas de alimentos para seguir simplemente viviendo", dice el documento.
El informe señala que los cuatro años de conflicto, junto con la desintegración económica del país y la fragmentación social han dado lugar a una reducción del 15% de la población de Siria: de 20.870.000 en 2010 se ha pasado a 17,65 millones a finales del año pasado.
El número de muertos en el conflicto ha llegado a los 210.000 y el de heridos a los 840.000, es decir, que un 6% de la población de Siria ha muerto o ha resultado herida durante el conflicto.
"Igualmente horrendo es el desastre silencioso que ha reducido la esperanza de vida", indica el documento, "de 75,9 años en 2010 se ha pasado a unos 55,7 años a finales de 2014, un 27% menos".
Hoy se ha publicado otro informe elaborado por varias ONG y agencias humanitarias, entre ellas Save the Children y Oxfam, que acusa al Consejo de Seguridad de la ONU de no haber cumplido las promesas de aumentar el acceso de la ayuda y aliviar el sufrimiento de los sirios.
"La amarga realidad es que el Consejo de Seguridad no ha cumplido sus resoluciones", ha indicado Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados, otro de los grupos que han participado en la elaboración del informe.
Según Egeland, "las partes en conflicto han actuado con impunidad e ignorado las exigencias del Consejo de Seguridad, los civiles no están protegidos y su acceso a la ayuda no ha mejorado".
Tres resoluciones del Consejo de Seguridad aprobadas el año pasado llamaron a poner fin a los ataques contra civiles, exigieron un aumento de la ayuda y permitieron a la ONU operar en Siria sin el permiso de Damasco.
Pero el documento señala que, aún así, los civiles sirios están desprotegidos, y que 2014 fue el año más mortífero del conflicto en Siria, con al menos 76.000 sirios asesinados; el acceso de la ayuda no ha mejorado y 4,8 millones de personas necesitadas residen en áreas definidas por la ONU como "difíciles de alcanzar", un millón más que en 2013; y unos 5,6 millones de niños necesitan ayuda, un aumento del 31% respecto al 2013.
La respuesta humanitaria se ha reducido en comparación con las necesidades de Siria.
En 2013 se materializó el 71% de los fondos necesarios para apoyar a los civiles dentro de Siria y a los refugiados en los países vecinos; en 2014 esta cifra descendió al 57%.
Además, una coalición de cien organizaciones humanitarias y de derechos humanos agrupadas bajo el nombre de WithSyria (Con Siria) ha asegurado que el 83% de la luz eléctrica de Siria se ha apagado y el país está sumido en la oscuridad.
