Según el director general del Centro de Valoraciones y Previsiones Estratégicas, Serguéi Griniáev, es probable que "este material bélico aparezca en Ucrania en un futuro próximo" (a finales de abril o comienzos de mayo), tras "una infracción de los Convenios de Minsk y la reanudación de las hostilidades entre Kiev y Novorrusia".
El presidente de la Academia de Asuntos Geopolíticos, Konstantín Sivkov, afirmó a su vez que la OTAN podrá usar ese material para crear tensión en la frontera noroeste de Rusia.
"Con este suministro EEUU y la OTAN se preparan para crear una amenaza en la frontera rusa por si Moscú intenta inmiscuirse en el conflicto armado en Ucrania", declaró.
El experto ha afirmado que las hostilidades pueden reanudarse en Ucrania ya a finales de este marzo, porque los acuerdos logrados en Minsk no responden a los intereses militares de la Alianza Atlántica y "significan en esencia la derrota de los actuales dirigentes estadounidense-ucranianos, que no pueden tolerarlo".
El Congreso de EEUU exigió en más de una ocasión que el presidente Obama autorice el envío de armas letales a Ucrania.
Moscú ha advertido en más de una ocasión contra tales suministros, señalando que solo llevarían a una escalada del conflicto en Ucrania, con lo cual están de acuerdo muchos políticos europeos.
Por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, afirmó que el envío de armas a Ucrania es "un paso muy arriesgado y contraproducente", opinión que comparten su homólogo de Gran Bretaña, Michael Fallon, y la titular de Defensa de Italia, Roberta Pinotti.