A través de un comunicado, el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia de Brasil, informó que la decisión de la presidenta se debe a la casi completa liberación de las autovías federales por parte de los camioneros que estarían respondiendo positivamente a las propuestas del Gobierno.
Entre las mejoras recogidas en la nueva ley figuran el fin del pago de peaje para camiones vacíos, el perdón de las multas expedidas por este motivo en los últimos dos años, la ampliación de los puntos de descanso en las autovías y la negociación en el Congreso de un prorroga de 12 meses en la financiación concedida por el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) para la compra de nuevos camiones.
Sin embargo, la reducción del precio del diésel y la creación de un precio mínimo del flete continúan sin ser aceptadas por el Gobierno de Rousseff, lo que ha provocado que en la mañana de este lunes se mantengan los bloqueos en las carreteras de los estados del sur del país: Mato Grosso, Paraná, Rio Grande do Sul, Santa Catarina e São Paulo.
Entre el sector más inconformista de los camioneros está el líder del Comando Nacional de Transporte, Ivar Schmidt, quien afirmó controlar los bloqueos en al menos siete estados de la mitad sur del país y que habría presentado un acuerdo alternativo de siete puntos el pasado viernes.
"El movimiento podría haber acabado el viernes. Continuamos firmes, tenemos 120 puntos de bloqueo en carreteras estatales y federales", afirmó Schmidt este lunes a la prensa local y añadió que "el gobierno solo entiende el lenguaje de la presión", por lo que todo hace pesar de la firma de Rousseff de la "Ley de Camioneros" el conflicto podría extenderse a lo largo de la semana.