RWE Dea cerró hoy la transacción de 5.100 millones de euros, que traspasa a LetterOne, el grupo de inversión de Fridman, sus operaciones energéticas en Reino Unido, Noruega, Alemania y Egipto.
El Gobierno de Londres pretende bloquear el acceso de Fridman a los yacimientos del Mar del Norte debido al "efecto de posibles futuras sanciones" contra LetterOne.
Es la primera vez que un gobierno occidental se interpone en una operación financiera en base a una posible extensión de las penalizaciones impuestas contra Rusia.
"El ministro ha notificado a ambas compañías qué si la propuesta adquisición procede en su forma actual, estará inclinado a exigir que acuerden la venta (de los recursos en el Mar del Norte) a un tercer agente adecuado", dijo esta mañana a Sputnik un portavoz del ministerio de Energía de Reino Unido.
Fridman ha advertido a su vez que retará en los tribunales la legalidad de la decisión de Londres.
El inversor y filántropo ruso aseguró al Financial Times que la compra de los intereses energéticos de Dea cuenta con el visto bueno de ocho autoridades competentes, incluidas la Unión Europea, Alemania y Ucrania.
La operación de Fridman está destinada a crear un nuevo grupo energético L1 Energy, que dirige desde hoy mismo John Browne, ex presidente ejecutivo de BP y uno de los más reconocidos gestores del sector a nivel internacional.