La compañía francesa de producción de motores Safran entregó a la Universidad de Monash un motor de turbina de gas usado, y los científicos primero estudiaron la mecánica de este ingenio y luego escanearon todas sus piezas.
Como resultado de un complejo proceso que tomó un año, fueron “impresas” los componentes del motor en aluminio, níquel y titanio.
“Somos el único centro en el mundo que ha logrado desarrollar este tipo de materiales, que luego se utilizan en la impresora, gracias a lo cual podemos crear productos de la calidad adecuada”, declaró el vicerrector de la Universidad, Ian Smith, citado por ABC News Australia.
Smith añadió que las compañías Safran y Airbus ya se interesaron en esta tecnología, que permitiría reducir considerablemente el tiempo de fabricación de los motores.
Según el vicerrector, se puede "obtener rápidamente el producto final, por lo que las ventajas de esta tecnología son la rápida creación de un prototipo y la producción rápida de estos modelos a gran escala”.
Uno de los dos motores impresos se exhibe en estos momentos en la Feria Aeronáutica del aeropuerto de Avalon, en Melbourne, donde despertó el interés de los representantes de la Fuerza Aérea de EEUU.
El segundo motor se encuentra en la sede de Microburbo, filial de Safran ubicada en Toulouse, Francia.
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