Todos los participantes urgieron a los bandos del conflicto a cumplir los acuerdos de Minsk que allanaron el camino para la paz en el país eslavo.
El 12 de febrero concluyeron en Minsk las negociaciones en varios formatos –incluidas las consultas cuatripartitas de los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania– que culminaron con la aprobación de un nuevo documento que estipula el cese del fuego en Donbás, la retirada de armas pesadas y la creación de una zona de seguridad, entre otras medidas destinadas a conseguir un arreglo definitivo y duradero de la crisis.
La tregua se respeta en general excepto en la ciudad de Debáltsevo, punto estratégico para la comunicación ferroviaria entre Donetsk y Lugansk, donde los combates continuaron hasta que el miércoles la zona pasó bajo el control de las milicias.
El mismo día el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, dio por concluida la retirada de tropas de Debáltsevo.
El conflicto armado de Donbás, según datos de la ONU, ha causado más de 5.600 muertos y al menos 13.400 heridos desde abril pasado, cuando Ucrania lanzó la operación militar.