Slim controla junto con sus hijos, a través de los grupos Carso (constructor) e Inbursa (financiero) 22 millones de acciones de la argentina YPF, luego de vender en 2014 un total de 10 millones de acciones de la petrolera estatal sudamericana, que nacionalizó en 2013 la mitad de las acciones que poseía la petrolera española Repsol.
Slim, 75 años, ha diversificado sus inversiones a través de los grupos Inbursa, en las finanzas, y Carso, en la construcción e incluso la industria petrolera.
La estatal argentina batalla por atraer inversiones para explorar y explotar el reservorio de rocas de esquisto en la región de Vaca Muerta, en la remota Patagonia, una formación de hidrocarburos con estimaciones de ser una de las mayores reservas de de energéticos no convencionales en el mundo.
Sin embargo, el derrumbe a la mitad de los precios del crudo en los mercados globales con respecto al pico alcanzado a mediados de 2014, ha desestimulado las inversiones en los costosos reservorios de gas y crudo shale, encapsulado en rocas herméticas que deben ser fracturadas con costosa tecnologías de punta.
El magnate mexicano, quien forjó su riqueza en la industria de las telecomunicaciones, recién cedió al fundador de Microsoft, Bill Gates, la punta de la lista Forbes de las fortunas más grandes del mundo, la cual que ocupó cuatro años.