El juez dicta sentencia casi cuatro después del robo del Códice que destapó todos los hurtos de Fernández en la Catedral compostelana.
Su esposa también fue condenada a una pena de seis meses por colaborar con él en algunos delitos y el hijo quedó absuelto.
La pena es mucho menor de los 31 años que solicitaba la acusación y los 15 que pedía el fiscal del proceso, Antonio Roma.
Roma señaló que "la mayor pena era para el delito más importante, que fue robar un objeto como el manuscrito Códice Calixtino, de un valor incalculable".
Además del Códice, Fernández, que trabajaba de electricista en la catedral, también robó miles de euros de uno de los templos más importantes de la peregrinación cristiana.
Varias imágenes, que sirvieron como prueba, muestran a Fernández cogiendo dinero en efectivo de distintas instancias del templo.
Según la acusación, llegó a robar más de dos millones de euros.
El robo del valiosísimo manuscrito se produjo en 2011. La reliquia fue sustraída de una cámara blindada en la que se encuentran las obras más exquisitas de la catedral compostelana.
El Códice del siglo XII no se recuperó hasta el 4 de julio de 2012, en un garaje propiedad de Fernández.
Este manuscrito es el texto más antiguo del Liber Sancti Iacobi, una compilación de varios escritos de la primera mitad del siglo XII sobre la peregrinación y en honor al apóstol Santiago, cuyos restos se encuentran en la Catedral de Santiago de Compostela.
El Códice tiene un valor económico "incalculable", según los expertos.
