El informe de la compañía británica sobre las perspectivas a medio y largo plazo de la industria, Energy Outlook 2035, publicado en la tarde del martes en Londres, estima un auge anual del 1,9 en la demanda de gas frente al 0,8% en la de crudo.
En la bolsa de fuentes de energía fósil, el carbón pierde un colosal terreno que ve su crecimiento caer del 3,8% anual registrado desde 2000 a justo por debajo de 0,8% en el periodo desde 2013 a 2035.
Las fuentes renovables crecerán, sin embargo, a un ritmo más pujante que los fósiles, según explicó el economista jefe del grupo, Spender Dale, en la presentación en Londres. Así, la energía 'verde' tiene previsto avanzar un 6,3% anual a nivel global.
Para 2035, ningún combustible fósil dominará totalmente el espectro energético, un factor que no acontece desde la revolución industrial. Pese a la imperante diversidad en las fuentes de suministro, la dependencia de los fósiles será muy superior al consumo de renovables.
De hecho, los analistas de BP advierten de que es imposible alcanzar los objetivos de reducción de emisiones para combatir el cambio climático con las actuales políticas y estrategias gubernamentales.
El despegue del gas tendrá dos escenarios distintivos. Por una parte, el 50% de la demanda será abastecida por el aumento de la producción tradicional en Rusia y Oriente Medio, principalmente.
La otra mitad procederá de los yacimientos no convencionales de gas de esquisto. De acuerdo con Dale, el informe resta posiciones a Rusia en este nuevo sector debido al posible impacto de las sanciones internacionales en el desarrollo de innovadoras tecnologías y los abundantes recursos de gas convencionales en territorio ruso.