Al parecer, solo Qatar ha mostrado su disposición a financiar este centro de oración que podría situarse en la plaza de Toros Monumental, un lugar en desuso desde que el Parlamento catalán prohibiera la celebración de esta tradicional fiesta española.
"El proyecto de construcción de una gran mezquita en Barcelona debe contar con aportación pública –cesión de un solar a un precio simbólico– y con un plan de financiación en el que se limiten las aportaciones externas", explica el informe municipal que hoy publica el diario Voz Populi.
Según este documento entregado al alcalde nacionalista de Barcelona, Xavier Trias, el consistorio cedería el uso "de los terrenos por un plazo de 99 años".
El informe insiste en que "hay que velar por asegurar la financiación de este proyecto".
"La experiencia del resto de países europeos que disponen de un gran centro de culto musulmán demuestra que se debe controlar el origen de la financiación".
Y agrega: "Un determinado Estado musulmán –fundamentalmente originario de los países del Golfo Pérsico– es el que financia estos centros a través de una fundación religiosa, con la consecuencia de que este país dé origen a una línea oficialista propia".
Y "esta situación provoca que su adscripción cultural a menudo entre en contradicción con la del perfil general del colectivo musulmán en Europa".
Por eso, el informe aconseja al ayuntamiento de Barcelona que la financiación no proceda de "países saudíes con una visión del islam muy rigorista y tradicionalista y que rechaza la modernidad pese al uso efectista que hacen de las tecnologías".
Según el diario, solo Qatar ha mostrado interés por crear una gran mezquita en Barcelona.
"El país del Golfo Pérsico, que ya patrocina la camiseta del Fútbol Club Barcelona, estaría preparado para destinar alrededor de 2.000 millones de euros para financiar la construcción de la nueva gran mezquita de Barcelona", señala el diario.
Según el proyecto, la oferta catarí incluye un centro religioso con cabida para 35.000 personas y un gran minarete de más de 300 metros que superaría las torres del templo de la Sagrada Familia.
El informe, encargado por el ayuntamiento de Barcelona, desaconseja la construcción del minarete desde el que se llama a la oración cinco veces al día.
