Los especialistas atribuyeron el accidente a una falta en el modo de empleo que se escribió en uno de los mayores centros nucleares de EEUU, Laboratorio Nacional de Los Álamos.
El documento, que nadie volvió a verificar, señalaba que se debía usar un absorbente "orgánico" en vez de "no orgánico".
La noche del 14 de febrero de 2014 la emisión de calor que se produjo en uno de los contenedores a causa de una reacción química causó una fuga radiactiva, en particular, de isótopos de plutonio.
Después del accidente WIPP suspendió los envíos de nuevos residuos para su almacenamiento hasta 2016, lo que limitará en gran medida su funcionamiento.
Sin embargo, el proyecto de presupuesto de 2016 reduce los gastos para el centro en 76 millones de dólares.
WIPP, la Planta Piloto para el Aislamiento de Residuos, almacena por un plazo de 10.000 años los residuos radioactivos en depósitos subterráneos excavados a 600 metros de profundidad en una formación salina y situados cerca de la ciudad de Carlsbad, en el estado de Nuevo México.