Según datos del Consejo de Seguridad de la ONU, unas 15.000 personas de 80 países viajaron a Siria e Irak para unirse a los grupos Estado Islámico (EI), Frente al Nusra y otras organizaciones terroristas.
Valls indicó que casi 1.400 franceses o residentes en Francia fueron identificados como vinculados con las redes extremistas que actúan en Siria e Irak, agregando que "80 de ellos fueron abatidos allí".
También dijo que 260 ya regresaron a Francia.
A mediados de enero pasado, el fiscal de París, François Molins, dio la cifra de 1.280 vinculados con las redes extremistas. Días después, el ministro del Interior galo, Bernard Cazeneuve, comunicó que en Siria e Irak murieron 73 ciudadanos de Francia.
Las autoridades francesas se encuentran en alerta tras los atentados terroristas perpetrados el pasado 7 de enero en París y por la amenaza que representan los ciudadanos del país que regresan tras combatir en grupos terroristas de Oriente Medio.
En el verano de 2014 el Estado Islámico proclamó un "califato árabe" en los territorios de Siria e Irak bajo su control. Al luchar en Siria contra las fuerzas gubernamentales, se granjeó la fama de ser el más cruel de los movimientos similares. Asesinó a miles de personas, tomó a varios miles como rehenes y cientos de miles se convirtieron en refugiados.