El líder chino necesita comprender con claridad quién sustituirá a Obama en la oficina oval, para tomar decisiones que atañan a ambas naciones.
“China se convierte paulatinamente en la primera economía mundial, por lo que quisiera que sus relaciones con Estados Unidos se desarrollasen sin desastres inesperados”, indicó el director del Centro de Investigaciones Político-Sociales, Vladímir Evséev, al analizar un eventual cambio de partido a la cabeza de Washington.
En ese sentido, el experto expresa que el inicio de la campaña electoral afecta significativamente las perspectivas de una cumbre entre los líderes de la nación norteamericana y China.
Cuando Barack Obama abandone la presidencia, con gran probabilidad será relevado por un republicano, lo cual conllevaría cambios significativos en la política exterior de Estados Unidos, reflexiona Evséev.
El especialista advierte que para China “resulta muy importante mantener el nivel actual de cooperación económica para evitar que surjan problemas adicionales para la exportación de mercancías chinas al mercado norteamericano”.
Por su parte, acota Evséev, Estados Unidos tiene otros intereses, ya que aspira a que el gigante asiático no continúe “desarrollando su cooperación con Rusia ni se le enfrente en la región asiática”.
El embajador chino en Estados Unidos, Cui Tiankai, declaró que la visita del presidente chino Xi Jinping se llevará a cabo en el transcurso de este año.
Alexandr Larin, experto del Instituto del Lejano Oriente, señala las profundas divergencias que existen en las políticas de China y Estados Unidos respecto al sudeste asiático.
En particular, estas divergencias se refieren a los problemas territoriales insulares, a los intentos de Washington de incrementar su presencia en la región y contener activamente el desarrollo de la influencia china, en particular en el marco del fortalecimiento de sus relaciones con la ASEAN.
El experto expresa sus dudas de que ambas partes puedan lograr un progreso radical en dichos temas, aunque no excluye pasos significativos que comprometan a Estados Unidos y China.
“Ambos Estados están atados por nexos económicos demasiado estrechos –alega Larin–, pero el potencial militar de cada uno de ellos es también muy alto, por lo que comprenden la necesidad de coordinar sus intereses, no permitir la profundización de los conflictos o una agudización de la confrontación.”
La comprensión de esta realidad llevará a Xi Jinping y Barack Obama, según el investigador, a buscar un consenso de intereses.
En tanto, los medios informan que el canciller Wang Yi visitará a principios de abril Moscú, para coordinar los detalles de la visita del presidente chino a Rusia.
Xi Jinping confirmó su participación en las celebraciones por el 70 Aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial que se celebrarán en mayo próximo en la capital rusa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, participará a su vez en las actividades conmemorativas por el 70 Aniversario de la Victoria del pueblo chino en la guerra contra Japón, convocadas para principios de septiembre en Pekín.
