"La misión especial de observación de la OSCE determinó que parte de los edificios presentan daños propios de fragmentos de metralla procedentes de municiones de racimo", dice el documento.
La autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL) afirmó el 27 de enero que la ciudad había sido atacada con un lanzamisiles múltiple Uragán y que el bombardeo causó 11 heridos.
Varios días más tarde, las milicias de la RPL volvieron a acusar a las fuerzas de Kiev de usar municiones de fósforo y de racimo.
En su informe de octubre pasado, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) documentó casos de empleo de bombas de racimo en más de 12 localidades del este ucraniano durante los combates entre las tropas y las milicias.
La nota indicaba que aunque era imposible determinar exactamente quién fue responsable de la mayoría de los ataques, las pruebas demostraban que las fuerzas de Kiev son responsables de al menos varios de ellos.
La Cancillería ucraniana replicó que las conclusiones de HRW no estaban respaldadas con pruebas.
Por otro lado, la misión de la OSCE registró en Donbás numerosos ataques con armas pesadas, según se desprende del informe difundido la noche del martes.
En particular, los observadores visitaron seis de los lugares bombardeados el domingo y el lunes en Donetsk y detectaron "daños causados a la infraestructura y viviendas".
Uno de esos bombardeos acabó con la vida de una menor e hirió a dos personas, mientras que en otro ataque murieron dos civiles, según testimonios de los vecinos que recoge el documento.
Se informa además que un dron perteneciente a la misión fue atacado con un arma ligera al realizar un vuelo de vigilancia en la zona de Mariúpol.
Según el documento de la OSCE, el aparato detectó la presencia de numerosos vehículos militares, tanques incluidos, a los dos lados de la línea de combates.
