Tras un intenso debate en los Comunes, 382 diputados votaron a favor de la medida, frente a 128 que se opusieron. Los distintos partidos políticos permitieron libertad de voto a sus respectivos representantes por considerarse una cuestión de conciencia personal.
"Sería amoral no utilizar los beneficios de una tecnología que permitirá prevenir la aparición (en los bebés) de enfermedades letales", expresó el legislador británico Lord Robert Winston, partidario de este novedoso método.
Tanto científicos como representantes de organizaciones sin ánimos de lucro han apoyado esta iniciativa, conocida también como traspaso de mitocondrias, afirmando que permitirá a cerca de 2,4 mil mujeres inglesas tener una descendencia saludable.
Las mitocondrias son pequeñas estructuras ubicadas en las células que generan energía a partir de los alimentos. Su composición genética no contribuye a los rasgos distintivos del ser humano, según los expertos.
Esta tecnología, utilizada para la fertilización in vitro, ha generado sin embargo polémicas en la sociedad inglesa. Mientras sus partidarios afirman que este tratamiento permitirá disminuir la cantidad de enfermedades genéticas congénitas, sus detractores abogan por no permitir estas prácticas, ya que la posibilidad de elección de ADN puede conducir a prácticas incorrectas de "creación de bebés" según criterios de los padres.
Los defensores de Derechos Humanos declaran además que la inexistencia de conocimientos en esta materia convierte a las personas en cobayas para experimentos.
Contra el proyecto de ley votaron más de 100 parlamentarios, apoyados por la Iglesia Católica y la organización de Derechos Humanos Humans Genetics Alert, que argumentó la carencia de experiencia de aplicación clínica de este tratamiento. Los críticos señalan que los cambios en el ADN afectarán el metabolismo y el fenotipo de los niños por nacer. Tampoco existen estudios sobre cómo incide el medio ambiente en estos niños.
Tras la aprobación de las enmiendas a la ley de fecundación artificial y embriología, Gran Bretaña se convierte en el primer país que introduce dicha práctica médica. Según los médicos que comentan esta ley, las mujeres disponen de un "potencial biológico" para evitar las mutaciones peligrosas de ADN en las mitocondrias de las células de sus hijos y las generaciones siguientes.
A partir de ahora, en Gran Bretaña estará permitido utilizar el ADN de terceras personas durante el proceso de fecundación, y junto con la información genética del padre y la madre, el feto recibirá también mitocondrias saludables y ADN de otra mujer.
Aún se requiere el visto bueno de la cámara de los Lores a la técnica, pero la amplia mayoría en los Comunes allana en la práctica el camino para enmendar en las próximas semanas la Ley de Fertilización Humana, de 2008.
Salvo imprevistos u obstáculos adicionales, los primeros ´bebés con tres padres´ podrían nacer a partir de 2016. Ya hay 150 mujeres en lista de espera para someterse al nuevo tratamiento.
