"Los ajustes los haremos reduciendo el gasto del Gobierno, no vamos a incrementar los impuestos, no vamos a crear nuevos impuestos y, por supuesto, no habremos de contratar mayor deuda pública", anunció en conferencia de prensa el secretario de Finanzas, Luis Videgaray.
El entorno económico se ha deteriorado por la drástica caída del precio del petróleo, la debilidad económica mundial y la inminente alza en tasas de interés en EEUU, argumentó el jefe del gabinete económico federal.
El ajuste al gasto público en 2015 representa "el 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) que incluye ajustes a los presupuestos de PEMEX y CFE", dijo el jefe del gabinete económico.
Sin embargo, el Gobierno de México mantiene su estimación de crecimiento para 2015 en un rango de entre 3,2% y 4,2%, arriba del promedio latinoamericano (el Banco Mundial estima que México crecerá a 3,3%, arriba del 2,6% esperado en la región).
En pleno año de apertura a la inversión privada extranjera y nacional por una histórica reforma energética, el presupuesto de Pemex bajará 62.000 millones de pesos (4.100 millones de dólares) y a la empresa federal de electricidad 10.000 millones de pesos (650 millones de dólares), y en materia de inversión, el ajuste será de 18,100 millones de pesos (1.200 millones de dólares).
El recorte incluye 52.000 millones de pesos (3.500 millones de dólares) al gasto corriente, de los cuales 65% son gastos a servicios personales para mandos medios y altos, plazas eventuales, honorarios, comunicación social, asesorías, telefonía celular, viáticos y pasajes aéreos.
El Gobierno de Peña ha decidido "actuar de manera preventiva (…), haciéndolo desde hoy se dará certidumbre a los mercados financieros, para protegernos ante situaciones de mayor volatilidad", dijo Videgaray.