Tras su tradicional encendido en la ciudad griega de Olimpia, sede de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad, la antorcha llegará a Brasil entre 100 y 90 días antes el inicio de Río 2016, momento en el que se espera que viaje unos 20.000 kilómetros por 250 ciudades de todo el país y pasando por las manos de 10.000 relevistas.
Los 10.000 afortunados portadores de la llama Olímpica serán elegidos en un gran sorteo organizado por los patrocinadores de Río 2016: Coca-Cola, Nissan y Bradesco.
"Estamos escribiendo un capítulo más de nuestra historia con el relevo de la antorcha Olímpica. Desde los JJ.OO de Barcelona en 1992 apostamos por llevar el espíritu olímpico para todo el mundo", declaró el vicepresidente de Coca-Cola Brasil, Flavio Camellier, quien recordó el éxito de Barcelona 92 y el espectacular encendido de la llama Olímpica a cargo del arquero paralímpico, Antonio Rebollo.
En cuanto al transporte de la antorcha Olímpica, que será efectuado en algunos trayectos a través de vehículos de la empresa japonesa Nissan, el presidente de Nissan Brasil, François Dossa, aseguró que la intención de la marca es "estar cada día más cerca de los brasileños".
Por último, el director de Marketing del banco Bradesco, Jorge Nasser, calificó el recorrido de la antorcha como "una ventana de Brasil para el mundo" y una oportunidad para "mostrar la belleza natural, cultural plural y calor humano" de los brasileños, un pueblo que "acoge al mundo entero con los brazos abiertos".