Como "avance cualitativo importante" calificó Capinanich la propuesta para la creación de la Agencia Federal de Inteligencia e insistió en que "implicará un nuevo enfoque en la organización de los servicios de inteligencia".
Explicó que la designación del director y subdirector de la Agencia se realizará con acuerdo del Senado, con mayoría simple.
Esta nueva ley además transfiere todo el sistema judicial de escuchas al Ministerio Público Fiscal, ya que es el "único ministerio extrapoder".
Respecto a una posible fuga de archivos por los agentes de inteligencia desplazados, Capitanich dijo que existe legislación vigente que rige sobre el proceso de desclasificación de archivos.
Esta propuesta surge en medio de la polémica muerte en la madrugada del 19 de enero del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994 y ese día debía comparecer ante una comisión de la Cámara de Diputados para exponer su denuncia.
La denuncia del fallecido fiscal y su repentina muerte por una causa desconocida han sacudido la sociedad argentina.
Nisman acusó a la presidenta y al ministro de Exteriores, Héctor Timerman, de encubrir a los iraníes sospechosos de llevar a cabo el atentado, entre los que se encuentran destacadas figuras políticas de Irán, y solicitó la autorización para interrogar a la mandataria y al canciller argentinos, así como embargar sus propiedades, que alcanzan los 23 millones de dólares.
En el ataque a la asociación judía el 18 de julio de 1994 murieron 85 personas y más de 200 resultaron heridas. Es el atentado más sangriento en la historia argentina y el segundo contra un objetivo judío en el país tras el la explosión perpetrada en la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1992, que dejó 29 muertos.
Las autoridades de Irán han negado categóricamente su participación en los atentados.