"Los derechos humanos son sistemáticamente vulnerados en Arabia Saudí y las libertades fundamentales tampoco están garantizadas, una realidad que Occidente ignora por sus propios intereses", afirma el experto en Oriente Próximo de la Fundación Alternativas en declaraciones a Sputnik Nóvosti.
En el país de la península arábiga todavía pervive la pena de muerte, que se ha intensificado en los últimos años y privan a las mujeres de sus derechos más fundamentales.
"En 2013 y 2014 hay más de 150 muertos a los que se les aplicó la pena capital, muchos de ellos han sido incluso decapitados", destaca el profesor, "son prácticas denunciadas por organizaciones de derechos humanos, que sin embargo ignoran muchos países".
En lugar de denunciar esta vulneración, el experto asegura que "loan" las supuestas "virtudes" del monarca o "sobredimensionan su faceta como reformista".
El profesor cree que esta situación continuará bajo el mandato de Salman bin Abdulaziz.
"Tendrá una política muy continuista en todos los terrenos", explica.
Intereses de España en Arabia Saudí
El Gobierno español ha sido uno de los que se ha desecho en halagos hacia el fallecido rey Abdulá en su comunicado de condolencias. En los últimos años, los negocios entre España y Arabia Saudí se han intensificado, especialmente con la construcción del tren de alta velocidad de Medina a la Meca, una inversión del país árabe de cerca de 6.000 millones de euros.
"Muchas empresas españolas han encontrado una tabla de salvación en Arabia, especialmente las constructoras", asegura el experto.
Sin embargo, hay otros sectores españoles invirtiendo en Arabia Saudí, como es el caso de la energía o del sector militar. "Arabia es un buen cliente para España en artilugios militares, unos negocios que se han intensificado en los últimos años", señala Álvarez.
Un rey alejado de la sociedad
El profesor Álvarez cree que la "gerontocracia" instaurada en Arabia Saudí "está alejada de la sociedad y de sus preocupaciones".
Mientras los monarcas de la Casa de Saud llegan al poder con casi 80 años, como el caso de Salman, el 65% de la población es menor de 30. "La tarea de las grandes reformas quedará para su sucesor, cuando se produzca la transición generacional", afirma. Sin embargo, el sobrino del actual rey, el heredero al trono, a pesar de ser de una generación posterior, ya tiene cerca de 60 años.
"Es necesario hacer una transición a todos los niveles", apunta el experto en Oriente Próximo.
