El nieto del dictador concedió una entrevista al diario Público en España en el que cuenta la relación con su abuelo, la situación de su país y la de España.
"Chile tiene una economía que ha perdido todo dinamismo y se vive una degradación de valores morales", señala el chileno.
Augusto Pinochet, nieto, está liderando actualmente un movimiento político llamado "Por Mi Patria", un proyecto que lo lleva a cabo por la "profundización de las políticas socialistas en Chile, con la consecuente erosión de libertades individuales".
Pinochet Molina defiende que "hay mucha crítica" hacia su abuelo que es "totalmente infundada o que no toma en cuenta el propósito de una acción y sus consecuencias".
En cuanto a los militares chilenos que se encuentran en prisión por la participación en el régimen de su abuelo, asegura que "muchos están muy bien donde están" porque "cometieron crímenes atroces".
Sin embargo, señala que "también hay otros que sólo combatieron el terrorismo con los conocimientos y las herramientas de la época y no actuaron con intencionalidad criminal, sino por el bien del país".
"Me parece que los sectores de la izquierda han hecho un verdadero negocio de la causa de los Derechos Humanos y no les importa lo que es justo o verdadero", prosigue el nieto del dictador en la entrevista con Público.
Entre 1973 y 1990 el dictador chileno fue responsable de la persecución, secuestro, tortura o asesinato de miles de militantes políticos, estudiantiles y sindicales.
Su relación con España
El nieto del dictador aseguró en la entrevista que "es muy lamentable la situación económica de España, con altos niveles de desempleo".
Esta situación la atribuye principalmente "a las políticas socialistas, cuyo financiamiento fue en base a créditos de la UE".
"Esto provocó un alto nivel de endeudamiento en una moneda que no estaba bajo el control español", afirma.
Por otra parte, prevé "más de algún cambio político" debido a la "crisis" en la que se encuentra la monarquía española.
La relación del dictador con España se agravó en 1998, cuando el juez español, Baltasar Garzón, dictó por primera vez una orden de detención contra el dictador por su presunta implicación en los delitos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas ocurridos durante la dictadura en Chile.
Casi dos décadas después, el nieto de Pinochet asegura, en referencia a Garzón, que "las personas que actúan ciegamente impulsados por cosas como el poder y el dinero son dignas de lástima".
