En una reunión con jefes de servicios de inteligencia y seguridad de EEUU celebrada el martes, Bishop aseguró estar "muy preocupada" por la manera en la que los combatientes extranjeros se están organizando, y añadió que hay una cifra similar de ciudadanos estadounidenses que han intentado viajar a Siria o Irak para apoyar a grupos extremistas. "Debe haber una coalición de peso, como siempre, dirigida por EEUU, pero formada por países dispuestos a participar seriamente y asumir los costos que implica luchar contra este horrendo desafío que nosotros, como estados-naciones, enfrentamos actualmente", dijo Bishop.
Agregó que hay 80 países, incluyendo China y Rusia –rivales estratégicos de EEUU– que han admitido que hay ciudadanos suyos combatiendo en el Medio Oriente.
Australia participa en la coalición liderada por EEUU que actualmente conduce ataques en apoyo a las Fuerzas de Seguridad iraquíes y contra posiciones de la agrupación Estado Islámico. En esta coalición participan ocho países y se han realizado más de un millar de ataques aéreos en Irak.
El Estado Islámico, conocido anteriormente como Estado Islámico de Irak y Levante, centraba sus operaciones en Siria pero en junio pasado atacó los territorios del norte y el oeste de Irak, donde se le unieron extremistas suníes, exmilitares del ejército de Sadam Husein y pequeños grupos terroristas.