No ha sido el primer acto terrorista en Europa ni el más grande, opina el experto, pero ha revelado otra estrategia del terror.
A su juicio, se trata del terror selectivo que apunta contra los que dicen o hacen lo que no gusta a los terroristas.
"El terror de por sí es un acto de intimidación. Si el país está sumido en la guerra terrorista, la gente comprende que puede convertirse en su víctima", sostiene Rémezov.
El terror selectivo, según el experto, tiene un mayor efecto de intimidación que el terror contra víctimas casuales.
Pese a que un millón y medio de personas salieron a las calles de París, la sociedad francesa y la elite política no dieron una respuesta adecuada al desafío, considera Rémizov.
Para luchar contra el enemigo, afirma, es preciso llamarlo por su propio nombre.
Mientras en París fueron declarados como enemigos unos terroristas abstractos, y los políticos franceses se esfuerzan por no mencionar la ideología que declaró la guerra a la sociedad europea.
No es islam con lo que se enfrentaron los franceses en estos atentados sino la ideología del islamismo, indica el experto.
La ideología del islamismo, según Rémezov, busca edificar el Estado islámico global y admite los métodos de fuerza e incluso el asesinato en el caso de adopción de otra religión.
Exige además introducir en la sociedad la ley sharia. "Si alguien insiste en ello, hay que comprender que se trata de una ideología política agresiva con consecuencias terroristas", concluyó el experto.
