En concreto, todos aquellos aficionados que quieran comprar una de las 7,5 millones de entradas disponibles por internet, deberá ser obligatoriamente usuario de una tarjeta de crédito o débito Visa, patrocinadora de Rio 2016 y la única plataforma de pago aceptada por el evento.
"No se puede impedir a un consumidor pagar un servicio con dinero, está previsto en el Código de Defensa al Consumidor", afirmó a la prensa local el director jurídico de la Oficina del Consumidor de Río de Janeiro, Carlos Eduardo Amorim.
Una opinion similar fue la expuesta oficialmente por el Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (IDEC)al indicar a los organizadores a disponer de más métodos de pago y romper el monopolio del gigante de las tarjetas de crédito, Visa. "Visa aprovecha claramente el evento para vender su tarjeta a través del evento. Solamente al registrarte para comprar la entrada Visa se hace con tus datos. Esa información vale mucho hoy día", recordó la técnica del IDEC, Cláudia Almeida.
Este viernes incluso el presidente del Comité Organizador de Rio 2016, Carlos Nuzman, informó que el órgano deportivo consultó al Ministerio Público de Río de Janeiro(MP-RJ) sobre las reglas de ventas, una aseveración que el propio MP-RJ ha desmentido afirmando que no fue consultada en ningún momento.