“Estamos interesados en una plena cooperación con Bruselas y todos los países de la UE”, dijo Lavrov en una conferencia de prensa, al agregar que Rusia espera que la presidencia letona de la Unión Europea contribuya a levantar las barreras artificiales en las relaciones entre las partes.
Según el jefe de la diplomacia rusa, Moscú está convencido de que en la actualidad existen posibilidades para un diálogo de igual a igual con la UE.
Al mismo tiempo, indicó que para ello hay que renunciar a la política de “dobles estándares sobre diversos temas, incluidas las cuestiones humanitarias”.
En cuanto a las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia, Lavrov señaló que Moscú no negociará su levantamiento.
Explicó que varios países de la UE “han insinuado” que si Rusia cumple algunos criterios, las restricciones se irán eliminando.
“No vamos a discutir nada”, afirmó el canciller ruso al agregar que se trata “unas medidas ilegítimas y contraproducentes que perjudican a todos”, incluida Rusia.
Lavrov está convencido de que Moscú “saldrá ganando” con la situación actual, mientras que “los socios europeos, que perciben el efecto negativo de estas sanciones, tendrán que sacar sus conclusiones”.
“Son sus problemas, no los nuestros”, enfatizó.
Por su parte, el canciller letón, Edgar Rinkevics, declaró en la misma rueda de prensa que la UE estaría dispuesta a "suavizar o suprimir" las sanciones contra Rusia si se detectan avances en la solución de la situación en el este de Ucrania.
"Si vemos un progreso real, creo que Bruselas discutirá seriamente la reducción o el levantamiento de las sanciones", subrayó.
Al mismo tiempo, Rinkevics indicó que a pesar de distintos acuerdos para la paz en Ucrania –como los de Minsk o Ginebra– la situación no registra mejoras.