Las sanciones contra Rusia y la evolución de la crisis en Ucrania se incluirán entre las cuestiones de economía y política exterior que centrarán el debate entre Merkel y su anfitrión británico, el primer ministro David Cameron.
Pero la cuestión que preocupa a políticos, empresarios y comentaristas ubicados en Londres es la relación de Reino Unido con la UE y la postura de Alemania al respecto.
Merkel ya frenó en seco la ambición de Cameron de restringir la inmigración de comunitarios a Reino Unido con su firme defensa del principio de libre movimiento de trabajadores dentro de la UE.
El primer ministro sondeará en la reunión de hoy, en Downing Street, sus planes para salvaguardar el mercado único, recuperar la opción de veto en la toma de decisiones y, principalmente, impedir el acceso de los ciudadanos de la UE a los subsidios estatales que corresponden a los británicos.
El viaje de la canciller alemana coincide con el arranque de la campaña electoral del Parlamento británico del próximo mayo.
Cameron se ha comprometido a convocar en 2017 un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE si su partido gana las generales.
La inmigración es hoy la cuestión prioritaria del electorado británico, según los sondeos de opinión, y el problema está aflorando también en Alemania.
Es probable que el tema surja durante la visita de Merkel a Downing Street o mientras ambos mandatarios recorren la exposición "Alemania: memorias de una nación" en el Museo Británico.
