La protesta se concentrará frente a las instalaciones de la empresa Rathlin Energy, una subsidiaria de la firma energética canadiense Connaught Oil and Gas.
Rathlin renovó la licencia de exploración el pasado octubre, que le permite continuar las operaciones de perforación que comenzó en 2014. La empresa alega que sigue métodos tradicionales en su búsqueda de pozos subterráneos de gas o petróleo.
Activistas locales llevan más de seis meses concentrados junto a las vallas de Crawberry Hill, la zona rural del condado de Yorkshire donde se llevan a cabo las perforaciones.
El campamento de protesta ha sido desalojado en varias ocasiones, pero sus ocupantes lo vuelven a levantar a corta distancia.
Tras un acto de protesta, cinco manifestantes fueron procesados por obstruir la calzada e impedir el acceso al recinto de un camión con material útil destinado a Rathlin.
El último "campamento de protección" corre peligro de ser desalojado en las próximas horas y sus ocupantes han pedido refuerzos a activistas de otras regiones a través de mensajes que se propagan en múltiples redes sociales de internet.
La actividad también se ha intensificado ante la inminente llegada a Crawberry Hill de nueva maquinaria para perforar el siguiente pozo.
Pese a la fuerte presencia policial y la amenaza de desalojo del campamento, todo parece indicar que la "jornada de protesta" atraerá el domingo a Yorkshire a miembros de grupos antifracking activos en el resto del país.
El movimiento contra la técnica de fractura hidráulica –"un ecocidio", según sus protagonistas–, se ramifica por distintas regiones de Reino Unido, desde Inglaterra a Irlanda del Norte.
En este momento hay dos campamentos de protesta colectiva y al menos ocho concentraciones o bloqueos de comunidades afectadas.
Rathlin opera en Yorkshire y en dos zonas de Irlanda el Norte, pero las principales operaciones de fracturación hidráulica se reparten entre tres empresas: Cuadrilla Resources, IGas Energy y Dart Energy.
