En su discurso, el monarca rindió homenaje a su padre, el rey Juan Carlos, agradeció a las Fuerzas Armadas su compromiso en las misiones en el extranjero y alabó la "extraordinaria transformación" que han vivido los militares en los últimos treinta años.
Felipe se refirió también a la crisis económica que padece España al señalar que es un "deber ineludible administrar los recursos de la forma mas eficaz y eficiente posible".
El Rey reconoció el esfuerzo realizado por el Ejército por mantener la capacidad operativa con el nivel requerido para "responder eficientemente a las amenazas, no siempre predecibles".
También instó a los militares a seguir trabajando con la "misma abnegación, disciplina y lealtad por nuestra gran nación, comprometidos con el presente y optimistas sobre nuestro futuro".
Previamente, el ministro de Defensa Pedro Morenés alertó contra nuevos recortes en el presupuesto militar. Y defendió que las Fuerzas Armadas necesitan "una inversión acorde a su evidente, cada día más, necesidad".
España empieza el año con varias misiones en el extranjero. Además de el despliegue de tropas en Irak, cuatro cazas Eurofighters, acompañados de 114 militares, ya están desplegados en la base de Amari, en Estonia.
Desde allí controlarán el espacio aéreo de las tres repúblicas bálticas ante posibles intrusiones no autorizadas, especialmente de aviones rusos, hasta el 30 de abril.
El coste de esta operación se eleva a nueve millones de euros.
También hay contingentes militares españoles en Afganistán, Somalia, Malí y Senegal. Nunca antes España había participado en tantas operaciones en el exterior.