Ambas formaciones se han ceñido al guión tradicional del sistema bipartidista, retándose sus mutuos programas pero sin hacer mención al creciente empuje de los partidos alternativos, que está introduciendo un elemento de incertidumbre sin precedentes en los resultados de las generales de 2015.
El líder de la oposición, Ed Miliband, tomó la delantera en la mañana del lunes en un encuentro con afiliados de su partido en Salford, localidad del centro de Inglaterra de fuerte arraigo laborista.
Miliband centró su discurso en la protección de los servicios públicos, en particular el sistema de sanidad, que, según advirtió, corre peligro de resquebrajarse de seguir otros cinco años bajo una administración tory.
El exministro laborista prometió entablar, junto con su equipo, "cuatro millones de conversaciones" con el electorado en la larga campaña electoral para explicar directa y personalmente el programa que su Gobierno ejecutará en beneficio de todos los trabajadores y la mayoría de la población.
Según Miliband, su partido representa "optimismo" y un planteamiento "positivo para cambiar la dirección del país" frente a la apuesta conservadora por continuar con la doble estrategia de austeridad en gasto social estatal y recorte fiscal para las grandes rentas.
Los conservadores optaron por excluir a su jefe y primer ministro, David Cameron, en una conferencia de prensa convocada para denunciar la "irresponsabilidad, falta de disciplina y caos" del plan económico de sus principales rivales políticos.
La iniciativa tory no tuvo sin embargo el efecto inmediato previsto. Con cinco ministros en el estrado, incluido el titular del Tesoro George Osborne, la atención se desvió hacia una potencial batalla interna en el partido para suplantar a Cameron en caso de un desastre electoral el próximo 7 de mayo.
Los conservadores presentaron un documento en el que desvelan un agujero de 20.700 millones de libras (unos 3.200 millones de euros) en las previsiones de gasto de un futuro Gobierno laborista.
Miliband refutó el informe como "totalmente falso" tanto en las promesas detalladas como en su financiación.
Los sondeos de opinión indican que ningún partido ganará la mayoría absoluta en mayo y, según algunas previsiones, es muy probable que se convoquen nuevas elecciones generales en otoño de 2015.
