El monarca envió dos mensajeros a Estados Unidos, donde en ese momento vivía su hija, para hacerle esta petición por el "bien de la Corona". Cristina, que ocupa el sexto puesto en la sucesión, respondió "tomo nota".
"Era la primera petición de renuncia a los derechos dinásticos, pero después hubo más emisarios y la infanta ha seguido tomando nota", explicó el periodista que se define "no monárquico, pero sí juancarlista".
La infanta Cristina se sentará en otoño de 2015 en el banquillo de los acusados por dos delitos fiscales.
El Juez José Castro, que instruye el caso Nóos en el que está implicado Iñaki Urdangarin marido de Cristina, reclama además a la infanta, a la que considera "cooperadora necesaria en los delitos que cometió su marido contra Hacienda", 2,6 millones de euros.
Por su parte, la acusación particular pide hasta ocho años de cárcel para Cristina.
Según Onega, los problemas fiscales de la hermana del rey llevaron a Juan Carlos a decirle a su hijo estas navidades que "eso déjamelo a mí, que soy su padre".
Para el periodista, que ha mantenido varias conversaciones con Juan Carlos tras su renuncia, el monarca emérito "asume la responsabilidad de padre de hablar con su hija porque quiere que Felipe VI no se queme en algo que ha ocurrido en una etapa anterior a su reinado".
En unas declaraciones a la cadena Ser, Onega dijo que fue "un milagro que no se filtrara la abdicación del rey Juan Carlos", una decisión que conocían "unas veinte personas", con lo que se evitó, en su opinión el debate entre monarquía y república.
El Rey decidió retirarse antes de tiempo porque le "pesaron los años, el cansancio, el ver que su hijo estaba en condiciones de reinar y la imagen que vio de si mismo en la Pascua Militar de 2014", en el que cometió diversos errores en su discurso.
La popularidad de Juan Carlos se había desplomado estos últimos años. El Rey debió pedir "perdón" a los españoles tras haber sido "cogido" en una lujosa cacería de elefantes en Botswana, acompañado de una amiga. El safari coincidió con uno de los peores momentos de la crisis económica española.
Tras la abdicación, Juan Carlos está "relajadísimo" y "aliviado". "Se ha quitado el peso de la Corona", dijo Ónega.
"En una conversación telefónica reciente le pregunté que cómo estaba y me dijo que cojonudo", explicó el reconocido periodista gallego.
