Las cifras, publicadas hoy por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, son las más bajas desde hace siete años.
Estas cifras son las últimas conocidas y se produjeron en plena vigencia de la ley de plazos que el Gobierno conservador actual quiso derogar.
La ley, impulsada por el Gobierno socialista anterior, es similar a la que impera en la mayoría de países europeos y permite abortar libremente hasta la semana 14.
En 2013 la mayoría de mujeres que interrumpieron su embarazo, un 19,4%, tenían entre 20 y 24 años, seguido del grupo entre 25 y 29, un 16,8%; de las mujeres entre 30 y 34, un 13,4%; de las de "19 y menos años", un 12,2%, y la minoría, un 3,9%, tenía más de 40, según publica el Ministerio de Sanidad.
Este es el segundo descenso consecutivo desde 2011, un año después de que se aprobara la actual ley de plazos.
A pesar de que la norma contempla el aborto libre hasta las 14 semanas, el 68,5% de las interrupciones se produjeron antes de las ocho semanas.
Estas cifras salen a la luz apenas dos meses después de que el Gobierno conservador de Mariano Rajoy confirmase que renunciaba a derogar la ley de plazos. La eliminación del aborto libre era una de sus propuestas en el programa electoral.
Los conservadores del Partido Popular (PP) querían volver a establecer en España una ley de supuestos, similar a la primera ley del aborto de la democracia española, que se aprobó en 1985.
El exministro Alberto Ruiz Gallardón, principal impulsor de esta reforma, acabó dimitiendo por no poder sacar adelante la ley de supuestos que derogaría la actual legislación de plazos.
El Ejecutivo solo quería permitir el aborto en caso de violación, riesgo para la salud de la madre y posiblemente la malformación del feto, aunque nunca llegaron a confirmarlo.
Sin embargo, estas causas son las menos probables. En 2013, solo el 10% de los abortos se produjeron por estos motivos. La mayoría, un 89,9%, fueron a petición de la mujer.
