El Gobierno nacionalista de Artur Mas impulsó el pasado 9 de noviembre una consulta secesionista alternativa en la que participó un tercio del electorado catalán.
Desde entonces, el proceso soberanista se estancó ante la necesidad de anticipar unas elecciones plebiscitarias con una candidatura única pro independencia o diversas listas con el mismo objetivo.
Mas apuesta por una única lista que incluya líderes de su partido y también del más izquierdista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). La candidatura incluiría personajes relevantes catalanes sin adscripción política.
Pero ERC prefiere listas separadas con un objetivo independentista común, arguyendo que se conseguirán más votos de esta manera.
Por su parte, las plataformas ciudadanas exigen un adelanto de los comicios que permita acelerar el proceso separatista siempre y cuando las urnas den una mayoría a los independentistas.
Según fuentes consultas por el diario Ara, la reunión constató que las diferencias entre los dos dirigentes del independentismo catalán continúan, a pesar de la presencia de la Assemblea Nacional de Catalunya y de Omnium Cultural, las asociaciones civiles que lideran la movilización secesionista y quieren que estos dos partidos aproximen posiciones.
El consejero de Presidencia del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, dijo hoy tras desvelarse la celebración de esta cumbre que la reunión fue "meramente exploratoria y no habrá decisiones definitivas hasta después de Reyes".
El consejero de Interior del Gobierno regional, Ramon Espada, estimó, por su parte que "la indefinición prolongada en el tiempo es perjudicial".
El proceso soberanista ha perdido fuelle tras el simulacro de referéndum. Las encuestas del propio Gobierno catalán revelan que la opción federalista es la mejor valorada por los catalanes.