"Sin comentarios, que vengan aquí", dijo el asesor proponiendo a los jueces de instrucción rusos viajar a Ucrania.
Esta semana, Rusia recogió unas pruebas que demuestran la implicación de un avión de asalto ucraniano, un Su-25, en el siniestro del Boeing malasio en Donbás.
De las denuncias de un testigo, un militar ucraniano, se desprende que un avión de la Fuerza Aérea de Ucrania pilotado por el capitán Voloshin podría haber derribado el avión de pasajeros malasio.
El Servicio de Seguridad ucraniano confirmó que el piloto forma parte de los efectivos de la Fuerza Aérea del país, aunque desmintió que el hombre efectuara vuelos el día de la catástrofe.
El portavoz del Comité de Investigaciones de Rusia, Vladímir Markin, propuso someter al detector de mentiras a Voloshin.
El Boeing 777 de Malaysia Airlines que realizaba un vuelo de Ámsterdam a Kuala Lumpur con 298 personas a bordo fue derribado el 17 de julio en la provincia de Donetsk.
Kiev responsabilizó de la catástrofe a las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk. Estas rechazaron las acusaciones al afirmar que no disponen de armas capaces de derribar un avión a más de 10.000 metros de altura.