El cuerpo del religioso fue encontrado detrás del monumento al ex presidente de México Lázaro Cárdenas (1934-1940), sobre la carretera federal que va de Iguala a Ciudad Altamirano, a la altura del poblado de Tlapehuala (300 km al suroeste de la capital mexicana).
"Con profundo dolor comunico que nuestro hermano, el padre Gregorio López Gorostieta, ha partido a la Casa del Padre", informó en un comunicado el obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez.
"Dios perdone a quien hizo tan aberrante acción", indica el comunicado del organismo católico, que desde el domingo pasado desconocía el paradero del sacerdote.
El "Padre Goyito" como lo conocían sus fieles, fue secuestrado en el seminario católico de Altamirano, en las faldas del cerro Chuperio (unos 350 km al oeste), alejado de la zona urbana.
La diócesis católica de Chilpancingo, capital del conflictivo estado de Guerrero, reportó hasta el miércoles 24 de diciembre la desaparición del sacerdote, porque nadie había exigido rescate por su vida.
"Basta ya, es el grito de todos los obispos de México y de esta Diócesis", decía el pronunciamiento difundido ese día, cuando el organismo de la iglesia católica pidió a sus captores liberaran al "Padre Goyito", en un acto religioso.
"Basta de los que provocan inequidad, corrupción, impunidad, complicidad y a la vez indiferencia, que lo único que han hecho es provocar violencia, temor y desaparición", indicaba el pronunciamiento de los obispos en Guerrero.
Desaparición de estudiantes en México >>
En el estado de Guerrero ocurrió hace casi tres meses un ataque por parte de policías municipales y narcotraficantes confabulados con el alcalde de la ciudad de Iguala, contra estudiantes de magisterio rural, saldado con seis muerto y 43 desaparecidos, de los cuales uno ha ido identificado, tras el hallazgo de 17 restos humanos calcinados.
El secuestro ocurre mientras que en esa región se despliega un operativo de seguridad bajo control del Ejército y la Policía Federal, en la llamada Tierra Caliente, fronteriza con el estado de Michoacán, otra zona azotada por mafias de narcotraficantes.
En septiembre pasado, el cura Ascensión Acuña, fue encontrado muerto a orillas del Río Balsas, dos días después de haber sido secuestrado, de acuerdo con un reporte de diario La Jornada.
A mediados de noviembre, los restos de un religioso católico de Uganda desaparecido en México fueron identificados entre los cadáveres hallados en fosas clandestinas, durante la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero.
El sacerdote ugandés John Ssenyondo había sido reportado como desaparecido en abril por la diócesis católica que sirve a la capital de Guerrero, Chilpancingo.
