El informe que la ONG ha publicado este martes reclama a su vez una mejora de los servicios médicos y sociales enfocados a aliviar el trauma y los daños físicos de las víctimas que han logrado escapar del yugo fundamentalista.
"La vida de cientos de mujeres y niñas yazidíes ha quedado destrozada por los horrores de la violencia sexual y la esclavitud sexual durante su cautiverio por el EI", denuncia Donatella Rovera, asesora en AI y autora de la investigación.
Las víctimas, algunas menores de 14 años, fueron secuestradas en sucesivos asaltos del EI contra su comunidad, de origen kurdo y practicante de una fe minoritaria, asentada en la región de Sinjar, en el norte de Irak.
"Los combatientes del EI están utilizando la violación sexual como un arma en sus ataques, lo cual representa un crimen de guerra y contra la humanidad", sostiene la experta de AI.
Rovera entrevistó personalmente a cerca de medio centenar de mujeres que escaparon de sus captores. También conversó por teléfono con víctimas que siguen retenidas por el EI.
El informe recoge testimonios de mujeres y niñas que fueron "vendidas o regaladas" a asociados o simpatizantes del movimiento islamista.
AI denuncia también que con frecuencia las víctimas han sido forzadas a convertirse al Islam.
"El impacto físico y psicológico es catastrófico. Incluso las que consiguieron escapar siguen profundamente traumatizadas", advierte Rovera.
´Escapando del infierno: tortura y esclavitud sexual bajo cautiverio del Estado islámico en Iraq´, título del documento de AI, hace un llamamiento a la comunidad internacional para contribuir a los programas de socorro y mejorar los servicios de ayuda social y terapéutica que están recibiendo las 'esclavas' del fundamentalismo islamista.