El documento trata de dar solución a una anomalía que el sistema autonómico de Reino Unido ha creado en la toma de decisiones en los Comunes sobre cuestiones transferidas a Escocia y, en menor grado, a Gales e Irlanda del Norte.
El problema es viejo pero la propuesta de resolución adquirió renovada urgencia al día siguiente del referéndum escocés, el pasado septiembre, cuando el primer ministro David Cameron garantizó "votos ingleses para leyes inglesas".
El lema alude al hecho de que parlamentarios de distritos en Escocia, Gales e Irlanda del Norte puedan votar en los Comunes sobre cuestiones transferidas a las regiones y que por tanto solo afectan a Inglaterra.
Lógicamente, los diputados que representan regiones inglesas en Westminster no participan en los debates ni votaciones de los parlamentos y asambleas autonómicas.
La comisión Hague, que se ha reunido en privado desde septiembre, ha desvelado hoy dos propuestas que responden directamente a los intereses respectivos de los socios del Gobierno de coalición, los partidos conservador y liberal-demócrata.
Los laboristas boicotearon la comitiva y han defendido hoy su propio plan de reforma, dirigido principalmente a impedir la creación de una "segunda clase" de diputados en Westminster.
El partido de Ed Miliband cuenta con 41 diputados con escaños en Escocia y defiende la paridad de este grupo con el resto de parlamentarios en todos los asuntos que se deciden en Westminster.
Los tories llegan desunidos al debate constitucional –un diputado ha pedido hoy la creación de un parlamento inglés– y Hague incluye tres opciones en la propuesta de su formación para reforzar la posición de diputados ingleses en cuestiones transferidas a Escocia o Gales.
Los liberales-demócratas aceptan otorgar el veto de decisión a los diputados ingleses pero lo condicionan a la creación de un "gran comité de Inglaterra", cuyos miembros se elegirán por un sistema de representación proporcional.
Las propuestas de cada partido desvelan el distintivo pragmatismo político.
Y la diversidad de criterios se interpone en la meta de Cameron para armar en los próximos meses las estructuras legislativas tanto de la reforma en Westminster como de la ampliación de la autonomía en Escocia.
A las preguntas de los diputados escoceses, Hague ha reiterado hoy en los Comunes que su comisión avanzará "concurrente pero no condicional" a la cesión de más poderes a Edimburgo.
Liberal-demócratas y laboristas coinciden al menos en su ambición por convocar una Convención Constitucional, con el debate abierto a organizaciones cívicas y al público interesado en el proceso de descentralización del poder hacia las naciones autonómicas y las regiones de Inglaterra.
Hague ha advertido hoy de que dicha convención retrasaría el proceso de reforma constitucional que tomó un giro extraordinario con la victoria del no a la independencia de Escocia.
