La Bolsa de Sao Paulo cerró este lunes con unas pérdidas del 1,21%, situándose en los 55.406 puntos tras el aplazamiento del nombramiento del nuevo equipo económico que dirigirá el segundo mandando de Dilma Rousseff.
El pasado viernes, aupada por el optimismo despertado en los mercados por el inminente nombramiento del nuevo ministro de Hacienda y Economía, la Bolsa de Sao Paulo se disparó un 5,02% alcanzando los 56.084 puntos apoyada principalmente por las subidas en Petrobras y el Banco de Brasil, las más importantes compañías públicas brasileñas en bolsa.
Los rumores que situaban a Joaquim Levy, actual director del Bradesco Asset Management y secretario del Tesoro Nacional en el primer gobierno de Lula da Silva entre 2003 y 2008, parecieron agradar a todos los sectores del Partido de los Trabajadores (PT) y en especial al sector privado.
Por su parte, el candidato favorito de Rousseff y actual secretario de Hacienda, Nelson Barbosa, había sido desviado por presiones del entorno cercano a Lula en el PT para ocupar el ministerio de Planeamiento, un cargo mucho menos exigente.
Sin embargo, la repentina decisión de aplazar el nombramiento del nuevo equipo económico hasta la votación de la Ley de Directrices Presupuestarias (LDP), prevista para el próximo jueves, creó un peligroso anticlímax que provocó la caída de la Bolsa de Sao Paulo y ha sembrado de dudas la estabilidad entre las facciones dentro del PT, cada una con su idea en materia económica.
Según la periodista y columnista del periódico "O Globo", Cristiana Lobo, esto podría deberse al último esfuerzo de Rousseff de colocar en el ministerio más importante a su candidato a pesar de las presiones del expresidente Lula da Silva que ahora actúa en calidad de mentor y candidato del partido en 2018.
El hecho de que el actual presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, continúe en el aire hace pensar que Rousseff podría, finalmente, optar por un candidato de prestigio como manera de acallar a los sectores críticos del PT y contentar a los mercados, especialmente a las agencias de calificación Moody´s y Standard & Poors.
